Cada diciembre, mientras pienso en qué mantel voy a lucir y qué vajilla va a robarse las miradas, también me entra esa cosquillita que solo las posadas provocan. Es como si México entero se pusiera de acuerdo en prender luces, sacar el ponche y decir: “Ahora sí, empieza lo bueno.”
Y yo, por supuesto, ahí estoy: con espíritu festivo, sonrisa lista y mi mesa impecable (porque ya sabes… es ponernos festivos à la Zash).
Anímate a organizar una posada con el mejor pretexto para reunir a todos. Te compartimos la guía (y un poco de historia y el significado) para vivir las posadas como se debe. ¡Toma nota!
¿Qué es una posada navideña?
Una posada navideña es una celebración tradicional mexicana que reúne actividades festivas como cantos, dinámicas grupales, piñatas, ponche caliente y reuniones entre familia, amigos o comunidad.
Pero seamos honestos, una posada es ese momento en el que las luces brillan distinto y la gente baja el ritmo. Yo siempre empiezo por el ambiente: una mesa bien puesta, un aroma cálido y detalles que inviten a quedarse. El resto fluye solo.
¿Cuándo empiezan las posadas navideñas?
Las posadas navideñas empiezan el 16 de diciembre y continúan hasta el 24, marcando el inicio formal de la temporada festiva en México. A partir de ese día, todo toma otro ritmo: casas iluminadas, mesas impecables, aromas invernales, convivencias nocturnas… el mood navideño se enciende oficialmente.
¿Por qué las posadas inician el 16 de diciembre?
Las posadas inician el 16 de diciembre porque ese día comienzan los nueve días que simbolizan la preparación para el nacimiento de Jesús, culminando en Nochebuena. Es el punto exacto donde la tradición, la emoción y la celebración se alinean para darle a diciembre ese aire mágico que todos esperamos cada año.
Ahora, lo importante:
¿Qué se hace en una posada navideña?
En una posada navideña se cantan canciones tradicionales, se participa en dinámicas grupales, se rompe la piñata, se comparte ponche y se disfrutan alimentos típicos como tamales, dulces y buñuelos. También se entregan aguinaldos y se crea un ambiente festivo con luces, velas y decoración.
A mí me encanta ese instante en que la piñata toma protagonismo y todos se contagian de la emoción.
¿Cuál es el significado de Posada de Navidad?
El significado de una posada navideña está ligado a la convivencia, la unión social y la celebración colectiva. Es una tradición de origen católico que representa la búsqueda de alojamiento de María y José antes del nacimiento de Jesús. Con el tiempo, esta celebración se volvió parte importante de la cultura mexicana y hoy se vive como un momento de convivencia, unión y alegría entre familia y amigos.
Yo encuentro ese significado cuando veo a todos participar a su ritmo: unos cantan, otros observan, otros disfrutan la comida. Nada forzado, solo un buen momento en un ambiente que te abraza. Los detalles—sobre todo en la mesa—ayudan a que la experiencia se sienta aún más especial.
¿Qué no debe faltar en la posada?
- Piñata de siete picos
- Ponche caliente
- Aguinaldos o bolsitas con dulces
- Luces, velas o iluminación cálida
- Música y cantos tradicionales
- Decoración festiva
- Comida típica como tamales, buñuelos o antojitos
- Un espacio acondicionado para convivir
- Una mesa bonita que invite a reunirse
- Ambiente acogedor para los invitados
En una posada navideña no debe faltar la piñata de siete picos, el ponche caliente, los aguinaldos, luces o velas, música, decoración temática y una mesa que invite a convivir. Estos elementos crean el mood festivo, cálido y memorable.
Para mí, puede ser un color inesperado, un centro de mesa con carácter o una vajilla que transforme la conversación. Cuando ese detalle aparece, la magia empieza.
¿Qué se debe hacer en una posada navideña?
En una posada navideña se debe coordinar una dinámica grupal, preparar canciones tradicionales, colocar una piñata, ofrecer ponche caliente, servir comida típica, repartir aguinaldos y decorar el espacio con luces y elementos festivos que inviten a convivir.
Cuando organizo una posada, empiezo por la atmósfera: una luz cálida, una servilleta linda, un detalle inesperado en la mesa… y de pronto el lugar cambia. No hace falta complicarse: basta elegir bien y bonito para que todos se sientan bienvenidos.
Recuerda...
Al final, una posada no se trata solo de seguir una tradición, se trata de lograr una reunión con esa chispa que la hace inolvidable. Así que si este año te animas a organizar la tuya, no necesitas complicarte. Solo necesitas intención, un poquito de estilo y ese toque que hace que todo se vea y se sienta más bonito. ¡Zash It Up!