OK. Ya se. Siempre les digo de mi abuela. Pero es que es impresionante cómo hay memorias tan arraigadas a ciertos platillos que un solo bocado nos transporta esos momentos idílicos de nuestra infancia. Entra el pastel de fresa: mi abuela paterna me lo hacía para todos mis cumpleaños. Y les juro que era el momento más feliz de mi niñez. Lo aprendí a hacer y la verdad es que es una receta super fácil.
Ingredientes:
- 2 cajas de pastel de vainilla (este es el secreto, creeme).
- 1 litro de crema para batir Lyncott
- ¾ de taza de azúcar glass
- 1 cucharadita de extracto de vainilla natural
- 1 kg de fresas con rabito
- Palillos
- 2 moldes redondos de 9 pulgadas
Manos a la obra:
- Prepara las dos cajas de pastel. Una en cada molde.
- Deja que se enfríe bien.
- Lava y corta la mitad de las fresas en 4. Deja la otra mitad con el rabito.
- Bate la crema Lyncott. Cuando empiece a espesar, agrega vainilla y azúcar glass poco a poco. A mi no me gusta muy dulce, pero pruébala y ajusta como te guste a ti.
- Pon un pastel en la base pastelera.
- Cubre la base del pastel de crema batida con una espátula y ponle las fresas encima.
- Vuelve a cubrir con crema batida.
- Coloca el otro pastel sobre las fresas para que tengas el segundo piso.
- Empieza a cubrir las orillas del pastel con crema batida y termina por la parte superior.
- Asegúrate que quede todo cubierto y hermoso.
- ¡Acomoda las fresas como más te guste!
- Disfruta y comparte. Te van a amar.
Voilá, easy peasy deli
#ZASHITUP