Sobre drinks para mi papá y el fracaso constante de no lograr un vaso hermoso, perfecto, inmaculado y elegante para servir su whiskey como debe ser.

Me pasaba que servía una bebida muy elegantiosa pero había algo que no me salía bien y no cachaba qué era… hasta que me di cuenta que mi error estaba en los hielos.
¿Hieloooosssss?
Sí. En serio.

Estaba usando hielos de mi refri. De esos que salen automático. Alargaditos, porosos y horrorosos. Parecen galletas en la sopa. Eso era lo que estaba haciendo mi drink fracasar.


Entonces cambié a hielo de super. La típica bolsa ICE. 


Peor.

Unos hielotes deformes, nada chulos y llenos de chipotes.

Seguía fracasando.


Pero encontré el secreto.
Seguro te preguntas, ¿cuál secreto? Si sólo es hielo.


Error.
Cuando tu bebida es en las rocas, el único elemento que hará la diferencia es justamente el hielo.


Aquí el paso a paso.


DO’s:

 

  • Hielo Gourmet. Sí. Vale toda la pena.

    El hielo grande tiene una gran ventaja: se derrite mucho más lento que un hielo normal. Además tiene una forma cuadrada (o redonda) perfecta que viste tu vaso y la bebida que sirves. Te vas a ver muy chic. Te van a amar.

    Usa entre uno y dos hielos.

  • Vaso lucidor.

    Las bebidas que se sirven en las rocas son todo un ritual. Significan un momento de relajación, de disfrute y de celebración. Así que cuida que tu tumbler esté hermoso y sobre todo que cuente una historia.

    Sirve 3 cm de su drink favorito. Buchanan’s 18 siempre saca sonrisas.

  • Sorpresita. Si la bebida lo amerita, puedes agregar un twist de cascara de naranja, o limón. Una hojita de menta o cualquier otra cosa que se te ocurra.

    Dale 3 vueltecitas y tchin-tchin.

#ZASHITUP